En la
economía moderna, todo tiene que ver con todo. Cuando anda bien, tiene ingresos
netos de capitales y origina crecimiento de las Reservas Internacionales. En el
extremo, los ingresos pueden provenir por la cuenta capital financiera como
ocurrió mayormente en la década del 90, o por la cuenta corriente como en la primera
fase del modelo de los Presidentes Kirchner, más nítidamente. Las diferencias
de ambas cuentas cierra contra las Reservas, es decir los modelos cierran
contra Reservas. Se podría inferir, entonces, que la evolución del nivel de Reservas
puede ser un buen indicador de la salud económica.
Cuando las Reservas se engrosan y existe
libre flotación cambiaria, el resultado del ingreso de capitales origina una
presión a la apreciación cambiaria. De manera opuesta, cuando hay
salida neta de capitales ocasionando un descenso en el nivel de Reservas, se
produce tensión devaluatoria en la moneda local.
En los
últimos años se registraron ingresos netos por la cuenta corriente, dado que
las exportaciones de bienes y servicios fueron
superiores a las importaciones. Sin embargo, las Reservas han ido en descenso,
como consecuencia de la salida de capitales (formación de activos extranjeros
netos más pago de la deuda en dólares), que fue superior a los ingresos netos
de cuenta corriente. Como un todo, la cuenta corriente fue perdiendo peso específico
en la economía, y de ser el 16% del PBI en el 2002 representa actualmente el 2,6%
aproximadamente. Esta cifra resulta similar al resultado 2001, a pesar de que
los términos de intercambio (diferencia entre precios de exportación e
importación) mejoraron 41% en sólo 11
años.
Las
Reservas acusan los impactos, dicen algo cuando suben y también cuando bajan.
Observando la evolución de los últimos años se registra un crecimiento
sostenido hasta el máximo del 27 de marzo del 2008, justo al poco tiempo de
comenzar el conflicto por la Resolución 125. En aquel momento alcanzaron los 50.517
millones de dólares, pero a partir de allí no pudieron mantener la trayectoria.
Superaron aquel máximo recién sobre
finales del 2010, y alcanzaron nuevos techos
el 26 de enero del 2011 con 52.654 millones de dólares. La evolución muestra un
4,2% de aumento en casi tres años. A partir de ahí se registra un claro
descenso y el 18 de Mayo del 2012 cuentan con 5.065 millones de dólares menos.
El descenso de las Reservas, junto
con una emisión monetaria muy expansiva, hicieron que el porcentaje de
cobertura de base monetaria con las Reservas fuera disminuyendo hasta tornarse
negativo, como en la actualidad. Esta es una de las explicaciones técnicas para
tener mayor tensión en el mercado de cambios. Desde
mayo del 2004 en adelante la Base
Monetaria siempre estuvo cubierta por las Reservas, salvo el mes de enero del
2006 cuando se le pagó al FMI. Incluso el 30 de marzo del 2009 la cobertura
ostentaba un ratio del 178,3%, las Reservas cubrían todo y sobraba al tipo de
cambio vigente. Desde noviembre del 2011 el indicador entró en terreno
negativo y actualmente solo alcanza el 92,8%, es decir las Reservas no
cubren la Base Monetaria al tipo de cambio oficial del BCRA.
Cabe
señalar que lo acontecido en la Argentina no es lo que sucedió en la región. América
Latina incrementó sus reservas en cuatro
años completos (2008/2011) en un 74%. Chile 151%, Uruguay 149%, Paraguay
120%, Brasil 95%, Perú 76% y Colombia 63%. La Argentina solamente el 1% y
Venezuela pierde el 13%.
Otra
comparación: A finales del año 2000 los dos grandes del Mercosur tenían casi el mismo nivel de Reservas. Brasil
32.990 millones de dólares y la
Argentina 32.704 millones. Mientras el primero multiplicó por 10,5 su stock y
supera los 352 mil millones de dólares, el segundo suma 46.376 millones, sólo
un 40% más, al final del 2011.
En general,
toda esta sintomatología se manifiesta cuando los modelos económicos pierden
eficacia y capacidad resolutiva. Si el hacedor de política económica insiste en
evitar las modificaciones del caso, lo más probable es que acentúe las
distorsiones de largo plazo y provoque una recesión mayor y más profunda a la
que hubiera generado haciendo los service a tiempo.