Termina una semana donde lo más resonante, en el
mundo, fueron las promesas del Banco Central Europeo de implementar una
intervención más poderosa en el mercado de bonos y buenas colocaciones de deuda
en algunos países, como es el caso de Francia. Pero también hubo una cosecha de
datos económicos no tan favorable. Por citar algunos, la agencia Moodys redujo
de estable a negativa la perspectiva a la UE, alegando que se alinea con la
caída en las perspectivas de los países miembros. El PBI en la zona euro y en
algunos países durante el segundo trimestre confirma el sesgo negativo y en
muchos casos ya es recesión técnica. Paralelamente, los datos definitivos para
agosto de los índices de PMI tanto manufactureros como del sector servicios
(que suelen anticiparse respecto del ciclo económico) vinieron, en su mayoría,
peor que los preliminares y en zona de contracción, salvo algún que otro caso.
Hasta China, en el sector de manufacturas, vino en esta línea, con ya diez
datos consecutivos en zona de contracción y trece de los últimos catorce, según
estimaciones privadas.
En Francia el gobierno se ha visto obligado a
rescatar la Caja de Crédito Inmobiliario, una entidad con 300 agencias
especializada en préstamos para viviendas baratas. En España sigue aumentado la
cantidad de personas desempleadas en agosto y en Portugal aumenta más el
déficit fiscal que lo esperado y en el mejor de los casos se acercará este año
al 5,5% del PBI. La filiar del Santander en Londres alerta en su informe por
peligros en el Euro y Nomura se prepara para ir saliendo de Europa, luego de
haber sido uno de los compradores del ex Lehman. El negocio parece no dar
resultado y se reagrupará sobre el continente asiático. Y para coronar la
semana, los datos oficiales de empleo en Estados Unidos no corroboran la
mejoría que el informe privado ADP (difundido en el día de ayer) había
enunciado. En agosto, la economía creó 96.000 puestos de trabajo, mientras el
mercado esperaba al menos 140.000 puestos. El informe oficial también revisó a
la baja la creación de puestos de los dos meses previos: el dato de junio pasó
de 64.000 a 45.000 empleos, mientras el de julio resultó de 141.000, cuando en
un principio se habían informado 163.000. Es decir en total se redujeron 41.000
puestos de los meses anteriores. En los últimos tres meses, el promedio de
generación de puestos fue de 94.000, aún lejos de los 220.000 que promediaron
entre enero y marzo. Por otro lado, la cantidad de semanas que un americano
permanece desempleado en promedio, se mantiene en 39,2 semanas, cerca de los
niveles máximos del año pasado (40,9 semanas nov-11) y casi duplicando los
récords de la década del 80 (21,3 semanas en jul-83).
Los mercados comenzaron a trabajar con la hipótesis
de que mayor auxilio monetario vendrá por parte de la Reserva Federal,
inexorablemente. A estas alturas nada puede ser descartado. Las cosas parecen
no desbarrancarse últimamente, pero tampoco mejorar, y eso en definitiva
termina siendo un dato que no hay que perder de vista.